16/11/09

Sucedáneos

Sucedáneo: (Del lat. succedanĕus, sucesor, sustituto). adj. Dicho de una sustancia: Que, por tener propiedades parecidas a las de otra, puede reemplazarla. (Diccionario R.A.E.)



Gracias David por tu aportación y por compartir con nosotros tu lectura. (Esto iba a ser un comentario a tu post, pero al final me he extendido un poco asi que lo posteo también)


En cuanto al comentario que haces sobre Félix de Azúa y su carga contra las escuelas de arquitectura, tengo que decirte que estoy totalmente de acuerdo contigo. Imagino que verá bajo las aberraciones sociales y urbanísticas que denuncia, la firma de arquitectos formados en nuestras escuelas, pero supongo que eso es otorgar una responsabilidad a las escuelas que no les corresponde y un poder que sin duda no tienen. La escuela nos enseña a pensar la arquitectura, nos forma, pero me temo que fuera de ella eso de pensar esta poco valorado, excepto si produce beneficios dinerarios, claro.

De los pasajes de Colomina (muy interesantes, por cierto) me quedo con una frase:

“In such a placeless world, even talking about travel had ceased to make sense, since despite the frenetic movement it was as if one did not move”

Terrible sensación, eso de moverse para (no) ir a ningún sitio. Bien es cierto que si los lugares han perdido su identidad y se han convertido en no-lugares, y, en palabras de Colomina, “las cosas, como nosotros mismos, fueron perdiendo sus cualidades con una facilidad pasmosa” ; entonces, sin cualidades, sin atributos, ya no podemos saber qué son las cosas, ¡ah!, pero si sabemos qué no son, no son ellas mismas, son sucedáneos.

En el segundo fragmento dice:

“The railway transforms the world into a commodity. It makes places into objects of consumption and, in doing so, deprives them of their quality as places.(...). Photography does for architecture what the railway did for cities, transforming it into merchandise and conveying it through the magazines for it to be consumed by the masses. This adds a new context to the production of architecture, to which corresponds an independent cycle of usage, one superimposed upon that of the built space.”

Y concluye: “Photography shares with the railway an "ignorance" of place, and this has on the objects shot by the camera an effect similar to that of the railway on the points it reaches: it deprives them of their quality as things."


En un mundo donde el ferrocarril ya no echa humo, y la fotografía ya no huele a cuarto oscuro, es cierto que la imagen, hace tiempo ya, que convirtió a la arquitectura en algo distinto, en un producto de consumo inmediato, y puede que en su capacidad de re-producción esté su exito. Es algo parecido a lo que pasó con la música a partir de la invención del fonógrafo y todos sabemos lo que ha venido después.

A todo esto hay que sumarle el gran catalizador de este proceso que está siendo Internet (el libro de Colomina es de 1994), definiendo nuevos limites a los impuestos por la máquina (el ferrocarril, la fotografía, el fonógrafo...), y con un poder transformador que, de momento, solo intuimos.

Concluyendo, si el ferrocarril privó a los lugares de sus cualidades convirtiendolos necesariamente en no-lugares, entonces ¿podemos decir que la fotografía y la fonografía convirtieron a la arquitectura y a la música en no-arquitectura y no-música?.

Yo no sabría que contestar, sinceramente.

Recuerdo una anecdota con mi abuelo hace ya años. Abrió un tomate como solía hacer a media mañana, sobre una de las mitades esparció una pizca de sal y se lo llevó a la boca, la otra mitad me la dio a mi y muy seriamente me dijo: “ Esto se parece a un tomate más que cualquier otra cosa... pero no hay duda de que esto no es un tomate”. Pues eso, sucedáneos.


Nota 1: Aprovecho para animar a la gente a que siga participando en el blog, yo ahora voy a prepararme una no-ensalada de aspecto inmejorable y sabor inexistente.

Nota 2: Completo el texto de David con unos textos de Walter Benjamin referenciados por Colomina.

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